La diversión siempre es la protagonista

De la costa este a la salvaje costa oeste – Una aventura extrema
Hay caminatas que se sienten como pequeñas escapadas del día a día: agradables, ligeras y refrescantes. Y luego están aventuras como esta: un viaje que te transporta a otro mundo. La caminata desde Costa Calma hasta la costa oeste no es un paseo cualquiera, sino una experiencia que desafía los sentidos y revela nuevas impresiones a cada paso. Para fotógrafos como nosotros, es un cofre del tesoro lleno de motivos fascinantes.
Nuestra aventura comienza en el discreto aparcamiento del polideportivo escolar, un punto de partida que nos hace dudar un momento: ¿Estará seguro nuestro coche aquí? Pero el espíritu aventurero no se deja frenar por esos pensamientos. A lo lejos, divisamos el parque eólico de Costa Calma, una moderna colección de aerogeneradores que giran hipnóticamente al compás del constante viento costero. Estos gigantes futuristas se alzan majestuosos hacia el cielo, contrastando con el paisaje árido que los rodea. Arena, pequeños arbustos y escasa vegetación componen una imagen de calma, al menos al principio.
Al dejar atrás el parque eólico, el paisaje revela su verdadera esencia. La extensión parece interminable, la arena brilla dorada bajo el sol, y el cielo casi despejado se presenta como un techo infinito. El suelo, seco y polvoriento, está cubierto de huellas: de animales, excursionistas y el incansable juego del viento. Es como si la naturaleza hubiera dejado aquí una gigantesca obra de arte. Paso a paso, se intensifica la sensación de libertad, mientras el calor nos envuelve y la rutina queda atrás, fundiéndose con el horizonte. De repente, llegamos a un punto donde podemos ver el mar tanto al este como al oeste. ¡Qué estrecha es la isla aquí, una línea entre dos mundos!
En el oeste, el terreno cambia drásticamente. La vegetación desaparece, y la vasta aridez es reemplazada por abruptas formaciones rocosas que se alzan hacia el cielo como esculturas naturales. Aquí, la naturaleza domina. La costa oeste se muestra salvaje e indómita, con formaciones bizarras que desafían al océano. Ante nosotros, el Atlántico: poderoso, descontrolado, coronado por espumas blancas que ofrecen un espectáculo impresionante. Su azul, entremezclado con reflejos blancos, contrasta con el cielo radiante.
Un peñasco especialmente llamativo atrae nuestra atención: una formación rocosa que se asemeja a un caballo. Por supuesto, no podemos resistir la tentación de subirnos a este "caballo de piedra", un momento de alegría infantil en medio de esta salvaje soledad. Nuestra cámara no deja de trabajar. Las exposiciones largas capturan el movimiento de las olas, mientras las tomas macro revelan los pequeños milagros de este paisaje. En las piscinas naturales encontramos diminutos cangrejos ocupados, que parecen observarnos con miradas casi burlonas.
Desde aquí, la vista se extiende hasta Cofete, enmarcada por enormes montañas que actúan como un escudo protector. Es un panorama de impresionante belleza y soledad. Sin multitudes, sin ruidos, salvo el constante rugido del océano. El viento acaricia suavemente la piel, a veces interrumpido por un remolino caprichoso que lanza arena en espiral hacia el cielo.
En este escenario apartado, también encontramos cuervos. Con su curiosidad característica, se acercan a nosotros, y pronto se establece un pequeño ritual de alimentación. Estas aves inteligentes parecen tan adaptadas a este entorno como las rocas imponentes, un testimonio vivo de que la vida persiste incluso en los entornos más duros. Permanecemos en silencio, observando cómo este paisaje lunar se convierte ante nuestros ojos en un escenario para la naturaleza.
Esta caminata fue para nosotros una mezcla de desafío y serenidad. El calor, la vasta aridez y el Atlántico salvaje exigen respeto, pero también regalan momentos inolvidables. Es un lugar donde uno puede dejar todo atrás. Y eso es precisamente lo que lo hace tan especial: la libertad, el silencio y la belleza indómita de la naturaleza. ¿Quién dijo que la aventura tiene que ser ruidosa? A veces, basta con una caminata de la costa este a la costa oeste para vivir un viaje que quedará grabado en la memoria por mucho tiempo.
Consejos – Para la caminata por el desierto en Fuerteventura
El desierto y la costa oeste esperan ser explorados, pero, queridos amigos, solo si vais bien preparados, con el equipo adecuado, suficiente agua y un saludable respeto por la naturaleza. Porque, como sabe el buen amante de la naturaleza: el Atlántico es hermoso, pero también tiene una forma muy directa de mostrarnos quién manda aquí.
No hay nada más hermoso que experimentar la vastedad del desierto, pero seamos sinceros: quien crea que el viento del desierto acaricia suavemente el rostro, pronto cambiará de opinión. Un sombrero no es un accesorio de moda, sino una necesidad vital, al igual que una buena protección solar.
Así que prepara tus cosas, pero ten en cuenta: un excursionista sin preparación difícilmente podrá disfrutar del viaje hasta el final, a menos que considere una quemadura solar como un recuerdo. Pero no te preocupes: con el calzado adecuado, el equipo necesario y un buen plan, el amante de la naturaleza puede disfrutar plenamente de la impresionante belleza de la costa oeste.
El desierto es paciente: espera.
¿Quieres explorar esta ruta por ti mismo? Aquí están nuestros datos GPS.
Back to Top